Hombre:
De mí salió la cuna que fue tu primera casa.
De mí la primera casa que te protegió del mundo.
De mí el arco y la flecha que te hizo vencedor de todas las especies.
De mí la canoa que te llevó más allá del horizonte.
De mí el instrumento que expresó tus alegrías y tus penas.
De mí el papel que transmitió tu cultura.
De mí el ataúd que será tu última morada.
Por eso no te pido misericordia.
Te pido justicia.
EL ARBOL
1 comentario:
Esto es olvidarse de las raíces. Las verdaderas y auténticas, que nos regalan la posibilidad de vivir.
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