...hay tanta belleza...

[...] Robert asegura que su vida debe leerse desde ese encuentro con Francesca, que su trabajo de fotógrafo ha servido para llevarlo a encontrarse con ella. Parece reiterar la palabra de Marai en La amante de Bolzano: “¿verdad que estás ya temblando, que un temblor extraño te traspasa el cuerpo, desde los dedos de los pies hasta la coronilla, un temblor que nunca has experimentado, como si advirtieras ahora mismo que estás viva, que has vivido para este preciso momento, que para esto has nacido al mundo?" [...]

Márai, Sándor. La amante de Bolzano, en Salamandra, p.49.