
La mayor parte de la historia tiene lugar en el mundo paralelo de Fantasía, un mundo que está siendo destruido por la Nada. El protagonista es un joven guerrero, a quien La Emperatriz Infantil, gravemente enferma, pide encontrar una ayuda para ella y su mundo. El otro protagonista es un muchacho del mundo real, quien lee la novela del mismo título, a causa de quien la historia se vuelve cada vez más realista.
Argumento
El libro se centra en un chico, Bastian Baltasar Bux, quien conoce a un misterioso hombre dueño 
El libro comienza en Fantasía, un mundo paralelo al de la realidad, que está en peligro de ser absorbido por la Nada quien brota vorazmente por el reino. La soberana de este mundo, "La Emperatriz Infantil"; quien está gravemente enferma, de tal suerte que se cree que su enfermedad es la causa de la Nada (o viceversa), envía a la única persona capaz de detener a la Nada, un joven guerrero llamado Atreyu asignándole aquella dura tarea con el objetivo de salvar a la emperatriz y así a la tierra de Fantasia. Se cree que es un hombre valiente, pero en realidad es un muchacho de no más de diez años, perteneciente a la tribu de cazadores los Pieles Verde.
A partir de allí el libro entabla fascinantes pararelismos entre ambas historias volviéndola una única. Jugando con la aparente "ambigüedad" de protagonistas que forman un mismo destino dentro de las tierras de Fantasia, suceden electrizantes aventuras (envueltas de grandes mensajes filosóficos) involucrando en su andar también a la realidad.
Simbología
La obra puede ser leída en muchos niveles interpretativos. A diferencia de lo que ocurre con otros libros similares, no pierde ninguno de sus encantos al ser leída “simplemente”. Prueba de ello es que, al ser llevada al cine, se olvidó por completo el verdadero significado de lo escrito por Ende. Esto, naturalmente, no es más que un pequeño “vistazo” del enorme universo que se esconde justo detrás de las palabras escritas. Se trata sin duda de un libro que ha pasado inmerecidamente inadvertido, despreciado como “literatura para niños”, cuando en verdad se trata de una novela para personas inteligentes; a pesar de lo cual, es completamente recomendable para comenzar leyendo, pues es, aparentemente, “simple”, y muy entretenida.
Una primera lectura, infantil, del libro no nos deja con más que una historia de aventuras. Sin embargo, se trata de una bellísima metáfora –que escapó por completo a la gente que después hizo una película del libro– sobre la creación literaria.
La Historia interminable es un libro que se contiene a sí mismo. En la historia, aparece el libro, en la historia contada dentro de la historia, valga la redundancia, vuelve a aparecer. Cada vez significa algo distinto. En última instancia, seguir las aventuras de Bastian es seguir las peripecias de uno que es atrapado cada vez más por la literatura. En la primera parte del libro, se narra cómo es que el protagonista comienza a leer, qué es lo que lo fascina de los libros. En Atreyu ve a su ideal imposible.
A medida que Bastian lee, se hace cada vez más evidente que el llamado a darle ese nuevo nombre es él, pero le falta el valor: Lo que Ende quiere decir con esto no es solo lo que parece: Bastián se siente fascinado por sus lecturas, pero su destino no es solo leer, tarde o temprano el mismo se lanzará a la aventura de crear sus propias historias. Esto es lo que simboliza el “darle un nombre” a la Emperatriz. La nada se extiende por Fantasia porque los humanos han dejado de crear historias: ya no sueñan.
Viejo de la Montaña Errante:Este es, tal vez, el personaje más misterioso de la novela, tanto como la Emperatriz misma. Se dice que es el opuesto a esta: ella es una niña, él es viejo. Una pista se da cuando la Emperatriz escala una escalera de letras que lleva a su guarida: “las letras no siempre la trataban bien”. Tentativamente, podría aventurarse esta explicación, simplista: la Emperatriz infantil es la inspiración que hace nacer las historias. El Viejo es el rigor que se necesita para escribir, todo lo que es arduo de la escritura.
Es lógico. Si Bastian se niega a crear una historia propia, ¿cuál sería su destino? Leer una y otra vez las mismas historias contadas de distinto modo. Para escapar, hay que crear.
El único cometido que se recibe en Fantasia, sin embargo, Haz lo que quieras, no quiere decir que Bastián pueda hacer lo que se le antoje, significa que debe seguir sus deseos hasta que lo lleven a su Verdadera Voluntad. En efecto, nada es más difícil de encontrar en la vida que aquello que
realmente se quiere. Nada es más difícil que saber lo que se quiere. Esta es la búsqueda de Bastian por Fantasia.
Se puede interpretar esto de modo muy nietzschiano. En Nietzsche, el símbolo de la verdadera voluntad, despojada de trabas, es un niño: como Bastián. Pero innumerables obstáculos se interponen en la búsqueda de esta. Y al hacer lo que no se quiere de verdad, se cae cada vez más profundamente en la perdición. Los deseos torcidos de Bastián hacen que olvide cada vez más su mundo natal, cosa que no le molesta, porque de todos modos no quiere volver allá. Sin embargo, el que nada recuerda nada puede desear. Cuando pierda el último recuerdo de su propio mundo, Bastián ya no podrá desear nada. ¿Por qué? ¿Acaso es una trampa de la Emperatriz Infantil? La regla interpretativa sigue siendo la misma: cuando el autor se pierde en su mundo fantástico, olvidando la “realidad”, ya no puede crear nada. La base para la creación es la propia realidad, no se la puede olvidar.
Una primera lectura, infantil, del libro no nos deja con más que una historia de aventuras. Sin embargo, se trata de una bellísima metáfora –que escapó por completo a la gente que después hizo una película del libro– sobre la creación literaria.

A medida que Bastian lee, se hace cada vez más evidente que el llamado a darle ese nuevo nombre es él, pero le falta el valor: Lo que Ende quiere decir con esto no es solo lo que parece: Bastián se siente fascinado por sus lecturas, pero su destino no es solo leer, tarde o temprano el mismo se lanzará a la aventura de crear sus propias historias. Esto es lo que simboliza el “darle un nombre” a la Emperatriz. La nada se extiende por Fantasia porque los humanos han dejado de crear historias: ya no sueñan.
Viejo de la Montaña Errante:Este es, tal vez, el personaje más misterioso de la novela, tanto como la Emperatriz misma. Se dice que es el opuesto a esta: ella es una niña, él es viejo. Una pista se da cuando la Emperatriz escala una escalera de letras que lleva a su guarida: “las letras no siempre la trataban bien”. Tentativamente, podría aventurarse esta explicación, simplista: la Emperatriz infantil es la inspiración que hace nacer las historias. El Viejo es el rigor que se necesita para escribir, todo lo que es arduo de la escritura.
Es lógico. Si Bastian se niega a crear una historia propia, ¿cuál sería su destino? Leer una y otra vez las mismas historias contadas de distinto modo. Para escapar, hay que crear.
El único cometido que se recibe en Fantasia, sin embargo, Haz lo que quieras, no quiere decir que Bastián pueda hacer lo que se le antoje, significa que debe seguir sus deseos hasta que lo lleven a su Verdadera Voluntad. En efecto, nada es más difícil de encontrar en la vida que aquello que

Se puede interpretar esto de modo muy nietzschiano. En Nietzsche, el símbolo de la verdadera voluntad, despojada de trabas, es un niño: como Bastián. Pero innumerables obstáculos se interponen en la búsqueda de esta. Y al hacer lo que no se quiere de verdad, se cae cada vez más profundamente en la perdición. Los deseos torcidos de Bastián hacen que olvide cada vez más su mundo natal, cosa que no le molesta, porque de todos modos no quiere volver allá. Sin embargo, el que nada recuerda nada puede desear. Cuando pierda el último recuerdo de su propio mundo, Bastián ya no podrá desear nada. ¿Por qué? ¿Acaso es una trampa de la Emperatriz Infantil? La regla interpretativa sigue siendo la misma: cuando el autor se pierde en su mundo fantástico, olvidando la “realidad”, ya no puede crear nada. La base para la creación es la propia realidad, no se la puede olvidar.
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