lunes, 6 de julio de 2009

¿QUIEN ES SILO?




El ambiente de singularidad que rodea a Silo no proviene de sus ideas que, aceptables o no, son claras y tienen un discurso bien estructurado. Más bien, hay que buscar las razones del misterio y la ambigüedad que lo rodea en tres factores, dos ajenos a él y uno que le compete.
Los factores ajenos:
1. el estado mental de las dirigencias argentinas, militares y civiles, y
2. la actitud de los medios de comunicación locales.
Lo que es imputable a Silo es su molesta independencia de los factores de poder y el ejercicio de su libertad.
El primero en prohibir y difamar a Silo fue el dictador Juan Carlos Onganía. Sus más pertinaces perseguidores fueron José López Rega, responsable de la banda parapolicial "triple A" y Ramón J. Camps, genocida. Estos personajes (ya fallecidos) persiguieron sus ideas, amenazaron y cometieron atentados y homicidios contra los miembros del Movimiento generado espontáneamente por esas ideas.
Por otra parte, Silo es un hombre de hábitos sencillos y austeros, ajeno al espectáculo del poder y a la publicidad.
No es un hombre de "relaciones mediáticas".
Finalmente, ha pensado, escrito y hablado sobre todos los temas que interesan al ser humano, rozando o incursionando decididamente el terreno de la religión y el de la política.
En suma, ha lesionado intereses, ha puesto en su lugar a los ridículos y ha ignorado a los dispensadores de fama. Pero todo esto no es importante. Lo irritante para el Sistema es que Silo, aunque él no se lo proponga, es un líder.
Una persona cuya conducta es inspiradora; cuyas ideas llenan un vacío y, sobre todo, que dan una orientación de futuro diferente. "Que piense, vaya y pase", ha sido la postura pragmática.
Pero que un pensamiento original, que abarca la existencia y la experiencia humana, suscite la adhesión espontánea de gentes muy diversas y dé lugar a una organización activa y en crecimiento, esto es intolerable.
La intención de degradar es la que subyace en las diferentes injurias que se le han hecho desde el poder de turno.
No es, por cierto, la mirada desprejuiciada de los académicos rusos que lo distinguieron con el doctorado honoris causa en 1993.
Hoy, en tiempos de democracia formal, el hostigamiento continúa por la misma vía: se trata de restar méritos a sus aportes, se ocultan sus escritos y dichos para plagiarlo, se utilizan sus ideas-fuerza como slogans publicitarios.
Nada de esto impide que su visión del mundo se abra paso y sus palabras lleguen al corazón de la gente sencilla.
Las referencias personales que da Silo son breves:
Su nombre es Mario Luis Rodríguez Cobos, nació en Mendoza el 6 de enero de 1938. Está casado con Ana Cremaschi, es padre de Alejandro y Federico y reside en un pequeño pueblo (Chacras de Coria) en los alrededores de Mendoza.
Es escritor y, desde hace unos años, abandonó parcialmente sus actividades agrícolas.
Sus principales obras publicadas son: Humanizar la Tierra, Contribuciones al Pensamiento, El día del león alado, Experiencias guiadas, Mitos raíces universales, Cartas a mis amigos, Diccionario del Nuevo Humanismo y Habla Silo.
También se ha editado el primer tomo de sus obras completas. Estos libros se han traducido y publicado en los principales idiomas, lenguas y dialectos y es lectura corriente de jóvenes contestatarios, de la Nueva Izquierda, de humanistas, ecologistas y pacifistas.
Si hubiera que esquematizar un perfil, diríamos que Silo es el ideólogo de la corriente de pensamiento y movimiento político-social que se conoce como Nuevo Humanismo o Humanismo Universalista (o Humanismo Siloísta, aunque él rechace esta denominación), una doctrina que abarca todos los temas que preocupan al ser humano.
Recientemente, Silo se ha afiliado al Partido Humanista de Argentina, pero no es un político práctico. Es un hombre preocupado y comprometido con el destino del ser humano.

Para ver el mensaje de Silo: http://www.silo.net/Message.php

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