Tarde de sol en el Abasto. Los pibes del conventillo del pasaje Carlos Gardel pasan corriendo en fila india mezclándose con estudiantes y directores de cine. Hay una fauna variada hoy en el barrio: músicos, funcionarios públicos, seguidores de Sumo de todos los tiempos, Andrea Prodan, el hermanito menor de Luca que heredó la argentinidad pero no la pelada, y algunos pocos borrachos de la primera hora que festejan cada frase del pelado y le dan el toque auténtico a una proyección tan hermosa como atípica.La película de Rodrigo Espina presentada por Aníbal Esmoris y BarakaCine transporta al que se plante en la década del 80'. Es Luca, con su propia voz, el que narra su historia; y son sus principales afectos los que lo que describen. Madre, hermano, amigos, novias, amantes y compañeros de Sumo (faltan Arnedo y Mollo), cada uno cuenta "su" propio Luca. Y Luca se cuenta a sí mismo, y es el mismo para todos. Sin ninguna careta.
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