Hombre:
De mí salió la cuna que fue tu primera casa.
De mí la primera casa que te protegió del mundo.
De mí el arco y la flecha que te hizo vencedor de todas las especies.
De mí la canoa que te llevó más allá del horizonte.
De mí el instrumento que expresó tus alegrías y tus penas.
De mí el papel que transmitió tu cultura.
De mí el ataúd que será tu última morada.
Por eso no te pido misericordia.
Te pido justicia.
EL ARBOL
Esto es olvidarse de las raíces. Las verdaderas y auténticas, que nos regalan la posibilidad de vivir.
ResponderEliminar